La Royal Navy del Reino Unido ha desvelado un descubrimiento inquietante en las costas británicas: dispositivos que podrían haber sido utilizados por Rusia para espiar a los submarinos nucleares del Reino Unido. Estos dispositivos fueron hallados por buques cazaminas en patrullas rutinarias en aguas territoriales británicas.
Este hallazgo ha sido considerado una amenaza grave para la seguridad nacional, ya que se sospecha que los sensores forman parte de una operación secreta del Kremlin destinada a monitorizar los movimientos de los submarinos de la clase Vanguard. Estos submarinos son esenciales en el programa nuclear Trident del Reino Unido, que juega un papel crucial en su estrategia de defensa.
“No debe caber duda, hay una guerra en curso en el Atlántico”, advirtió una fuente de la defensa británica, haciendo alusión a las tensiones crecientes entre Rusia y Occidente. Las acciones de espionaje de Rusia han aumentado desde la invasión de Ucrania, lo que pone en alerta a las infraestructuras submarinas y los cables de comunicación en la región.
El Ministerio de Defensa británico ha calificado esta táctica como parte de la “guerra en la zona gris”, un conflicto que se libra mediante medios encubiertos sin llegar a un enfrentamiento militar abierto. Recientemente, se han reportado daños en cables submarinos en el mar Báltico, lo que refuerza la preocupación por los objetivos estratégicos de Moscú.
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