Los miembros del Grupo de Reacción Bruno (GDRB), una célula del Cártel de Sinaloa, están intensificando su capacitación en maniobras militares para fortalecer sus operaciones criminales en el estado de Zacatecas, una de las zonas con más actividad delictiva en México. El grupo, conocido por su vinculación con la facción liderada por Ismael "El Mayo" Zambada, ha sido visto realizando entrenamientos que incluyen ejercicios de salto y tácticas de combate en áreas de difícil acceso.
El objetivo es claro: perfeccionar la capacidad de respuesta ante las autoridades y, especialmente, frente a fuerzas de seguridad locales que, en muchos casos, no tienen la preparación ni los recursos para contrarrestar a estos grupos altamente organizados.
En las últimas semanas, se ha reportado la presencia de sicarios mejor entrenados en Zacatecas, lo que pone en evidencia la creciente coordinación dentro del cártel. A pesar de que los entrenamientos mostrados hasta ahora no son innovadores, se destacan por su precisión en la ejecución de maniobras que, de ser aplicadas en escenarios reales, podrían poner en desventaja a las fuerzas de seguridad locales.
Además del entrenamiento físico: se ha documentado el uso de tecnología avanzada, como drones, para vigilancia y ataques sorpresa. Este tipo de equipamiento aumenta la efectividad de sus operaciones y genera un alto nivel de vulnerabilidad para los civiles y las autoridades locales.
El fenómeno no es aislado y refleja una tendencia preocupante entre los grupos del crimen organizado, quienes buscan cada vez más coordinarse y emplear métodos sofisticados para enfrentar a las autoridades. La creciente militarización de los cárteles es un tema que sigue generando preocupación en las comunidades afectadas y en las fuerzas del orden.
El fortalecimiento de la estructura operativa de los cárteles, sumado al uso de tecnología avanzada, aumenta los riesgos para las zonas en conflicto.
Reacciones de la comunidad: En conversaciones con habitantes de Zacatecas, se expresó una creciente preocupación por la seguridad. "Ya no es solo el riesgo de enfrentamientos en las calles, ahora también tenemos miedo de los drones y otros equipos que usan para espiarnos", comentó un residente local.
Este medio recabó las opiniones de especialistas en seguridad quienes afirman que, para contrarrestar la amenaza creciente, se requiere una mayor capacitación y equipamiento de las fuerzas de seguridad, así como una estrategia más efectiva en el terreno.
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