El gobernador de Michoacán fue echado del velorio del alcalde Carlos Manzo debido a la indignación de los asistentes, quienes lo acusaron de no proteger al edil ante amenazas previas.

Uruapan, Michoacán, México - El gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, vivió una amarga experiencia al ser expulsado del funeral de Carlos Manzo, el alcalde de Uruapan recientemente fallecido. Durante el acto de velación, que se celebró en el centro de esta ciudad, un grupo de familiares y ciudadanos comenzó a gritar e insultar al mandatario.

   

La presencia del gobernador fue mal recibida por los asistentes, quienes no dudaron en mostrar su descontento. Según testimonios, Bedolla fue acusado de no haber brindado la protección necesaria a Manzo, quien había recibido amenazas antes de su trágica muerte.

   

"¡No lo protejiste!", fueron algunas de las frases que se escucharon entre los asistentes, quienes señalaron que el gobierno estatal no había actuado con la urgencia que la situación requería. La atmósfera se tornó tensa, lo que obligó a Bedolla a abandonar el lugar rodeado de su equipo de seguridad.

Este suceso ha generado una ola de comentarios en redes sociales y ha resaltado las crecientes tensiones entre el gobierno estatal y varios sectores de la población de Michoacán. La noticia ha sido ampliamente discutida en medios locales, y se espera que los hechos tengan repercusiones políticas en el corto plazo.

Nuestro medio recabó las reacciones de ciudadanos que presenciaron el incidente. La mayoría expresó su preocupación por el ambiente de inseguridad y su desconfianza en las autoridades locales. “Esto no es lo que queremos para nuestro estado”, comentó uno de los asistentes.

"La situación está fuera de control, los ciudadanos no ven respuestas claras del gobierno," dijo un analista político local que consultamos.