Su testimonio permitió a las autoridades confirmar los nexos entre Guzmán Loera y otras organizaciones criminales. A cambio de esta valiosa colaboración, “El Chupeta” fue liberado bajo un programa de testigos protegidos, tras haber cumplido una sentencia reducida de 20 años en prisión.
Su salida de prisión ocurrió en octubre de 2023, lo que fue posible gracias a su rol como “súper testigo” en el juicio del siglo. Ahora, bajo una nueva identidad y en un lugar seguro, “El Chupeta” permanecerá fuera del radar de las autoridades y de las organizaciones del crimen.
A pesar de su cooperación, el legado de “El Chupeta” en el narcotráfico sigue siendo significativo debido a su relación con figuras clave como “El Chapo” y su participación en el comercio internacional de drogas.
¿Deberían los programas de testigos protegidos ser más transparentes en cuanto a las identidades de los liberados?
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